Importancia del Trabajo Social en la familia


 
 
El trabajo social con familias constituye uno de los niveles fundamentales de intervención social que coincide con la intervención grupal por el simple hecho de que la familia es un grupo social, pero que se diferencia de la misma por el papel específico y relevante que ella juega en la sociedad como institución prestadora de servicios sociales, en vista de que responde a las necesidades sociales, educacionales, de salud y de protección de sus miembros, al mismo tiempo que se establece como el puente natural de conexión del individuo con el entorno social.
La familia se convierte en el primer eslabón que absorbe en forma de esponja los más diversos problemas de la sociedad y es de donde, por primera vez, se someten a crítica los mismos desde las profundidades de las relaciones íntimas de sus miembros. Se trata, pues, de una institución compleja que refleja a la sociedad a través de los modos de hacer y sentir específicos de un grupo cohesionado por lazos consanguíneos, afectivos y culturales, en cuyo contexto las personas al mismo tiempo que se protegen de la sociedad, la construyen. Esto quiere decir que la familia desde una perspectiva sistémica es una complejidad organizada en un “holón” de sistemas en mutua interacción, según el decir de S. Munuchin. Es decir, lo que ocurre a un miembro, inmediatamente repercute en los demás, y viceversa.
Realizar una intervención social en la familia presupone eliminar cualquier reduccionismo en el tratamiento del problema. Es imposible detenerse en el individuo que presenta la demanda de ayuda para su grupo familiar, sin prestar atención a cada uno de los miembros de su familia o a ésta como un todo, sin atender al nexo intermedio de ese sistema familiar entre lo individual y lo comunitario. La eliminación del reduccionismo significa que el trabajador social, con una perspectiva globalizadora, dirige su intervención a través de la familia hacia todas las redes sociales, comunitarias que entran en relación con ella y desde éstas hacia la familia, dando lugar a un nivel de análisis macrosocietal que desde afuera determina estructuralmente la existencia de la familia, y a un nivel microsocietal que desde adentro la construye, que se convierten en dimensiones objetivizadoras y subjetivizadoras de su realidad que siendo opuestas se complementan mutuamente. La penetración en estos niveles y dimensiones de la realidad familiar, conforma la complejidad de la intervención en la
familia que elimina cualquier posibilidad de reducir el objeto de esta acción al simple tratamiento de un individuo del núcleo familiar o a éste desvinculado de toda la riqueza del individuo y la sociedad contenida en esta institución llamada familia.
 
 
 

1 comentario:

  1. Leyendo la información publicada en tu blog, encuentro de gran consideración el tema central de este, puesto que es de suma importancia el rol que cumple un trabajador social dentro de una familia, puesto que esta, es la base de la sociedad, la cual es compleja, pero es allí donde se forjan los cimientos de cada sociedad, de nuestra sociedad; ayudando así a poder intervenir en diferentes roles y aspectos que pueden ayudar y fortalecer las asistencias que nosotros podemos brindarles. Saludos!!


    Luis Sepúlveda Bello.

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